Soy Alejandro. Mi profesión es la de técnico óptico y desde hace 12 años ejerzo la atención y asesoramiento al público en una prestigiosa empresa de plaza. Antes de vincularme a la venta en óptica, trabajé en un negocio familiar durante 23 años, también en la parte de atención al público.
Allí, más allá del sustento diario, tuve la posibilidad de estrechar la relación con mi padre, y guardarme un montón de anécdotas de todo tipo, que me hacen tenerlo aun presente aunque ya no esté a mi lado. Esposo de Rosario y padre de dos hermosos niños. Cuando se nos ocurrió la idea de este emprendimiento y conociendo muy poco del mundo de la informática me propuse ser quien le diera vida a la página que lo identificara como tal. Un poco fue un desafío. Demostrarme que no importa el lugar, los tiempos y sobre todo la edad, siempre se puede aprender. Por otro lado me resultaba esencial para serle funcional al proyecto y no depender de terceros a la hora de crear nuestro sitio, que viene a mutar en nuestro hogar. Nadie mejor y más consustanciado para amueblar, decorar y revestir este lugar que los recibe de brazos abiertos. Obviamente continúo con mis labores diarias, pero en cada rato libre, me vuelco de lleno a seguir generando cosas para Nuestra historia, nuestro cuento. Ya desde el inicio ha sido un aprendizaje, comprender que nunca es tarde para aprender y que la edad es tan solo un estado de ánimo.